19 de mayo de 2016

Interpretación Literaria: Un lugar sin límites - José Donoso.

Es tarde, el fuego arde y chispotea. Estamos a una semana y días para terminar Mayo. Y les traigo una nueva reseña de un libro llamado Un lugar sin límites, de José Donoso. Debo señalar que esta es una interpretación personal sobre la obra de Donoso, y por ello esta reseña (como mis pensamientos, por esta) puede diferir respecto a otras interpretaciones. 

La historia nos relata la vida de La Manuela, dueña de un prostíbulo, en el olvidado pueblo Estación de los Olivos, y la inminente llegada de Pancho, un hombre obsesionado con ella. 

En primer lugar, debo expresar que esta historia es muy bella, atípica y humana. 

Considerando lo mucho que he divagado en plasmar sobre el papel todo lo que me hizo pensar esta obra, quiero ir por partes, poco a poco, ya que obras - como esta - nos obligan a reflexionar, para dar un significado coherente y válido. Además, rescatar aquello, ínfimo, que la novela nos trata de reflejar. Este escrito corto nos da una visión, tan profunda e íntima, del ser humano. Dicho lo anterior, empecemos. 

El primer punto a tratar de su apartado técnico será la prosa de Donoso. En simples palabras, es brutal. La pluma de este escritor nos lleva a la narración acertada de cada acontecimiento, personaje, comparación, descripción, y todo lo que lleva a la novela a desenvolverse. Donoso nos mantiene en un permanente estado de alerta, puesto que, uno de los recursos que utiliza es la ambigüedad. Intercalando, desenfrenado, una serie de; sentimientos y pensamientos, temores por aquí, anhelos por allá. Debo destacar que esta manera de utilizar el lenguaje, enriquece a la obra, le da una particularidad singular, que transforma al texto en un escrito caótico, pero que por partes, describe lo que ocurre dentro de un ser humano. 

Abriendo con esa cita, tan categórica, el libro nos sitúa en lo que acontecerá en la obra.

Fausto: Primero te interrogaré acerca del infierno. Dime, ¿dónde queda el lugar que los hombre llaman infierno?


Mefistófeles: Debajo del cielo.


Fausto: Sí, pero ¿en qué lugar?


Mefistófeles: En las entrañas de estos elementos. Donde somos torturados y permanecemos siempre. El infierno no tiene límites, ni queda circunscrito a un solo lugar, porque el infierno es aquí donde estamos y aquí donde es el infierno tenemos que permanecer. 

Debemos definir, eso sí, sin arbitrariedad el concepto señalado – Infierno -, este es la condición a la que, los mismos personajes, se someten al lazo terrenal. Donde ellos mismos, han condicionado el pueblo, como un lugar de condena, donde no hay esperanza. Ya que si hay esperanza, hay vida, pero allá ya no queda nada, solo tierra, y castigo.  

Los personajes son otro apartado - que destaco -, imponderable. La Manuela, es un personaje, único, egoísta, temerosa, pérdida. Ella, en realidad, es él. Un travestí, un maricón, una loca. Debo recalcar que estos apelativos son designados por este mismo personaje. Son una forma de autodenominarse, de definirse, de destacar. La Manuela, en realidad, es más que eso (Si has llegado hasta aquí, es mi deber expresar que mi visión es, totalmente, subjetiva desde mi percepción de la obra).Es la representación – lo que interprete de los análisis que encontré y en propias analogías – de la desgracia de ser homosexual, digo desgracia (que va acompañado de desdichas), puesto que, este personaje, a lo largo de su vida, ha vivido en la adversidad. Esto se desprende de la visión, temerosa, de Donoso sobre lo que involucraba ser un homosexual. He aquí, expresado, los temores de Donoso sobre su propia – y confirmada – homosexualidad. Manuela reencarna, en su existencia ficticia, lo que una persona de orientación sexual homosexual, sufre. Soledad, repudio, fascinación. Debemos, pues, abrir los ojos ante este escrito, que abre las puertas sobre el prejuicio del autor. Por otra parte, tenemos a Pancho, que es el punto intermedio, de ser o parecer. Es la partida de donde, la sociedad, define los características que encasillan a una persona de ser o no un homosexual. Pancho se siente atraído hacia Manuela, lo expresa públicamente, y desea mancillarla, domarla y doblegarla. Pero, él no se define a sí mismo, como un igual ante Manuela, lo que siente no es ser homosexual sino parecer uno. Pancho, retrata, la represión sexual, aquello que la sociedad delimita que es normal, moral. Es, la fluctuación de ser y parecer, lo que perturba en corazón de Pancho; su deseo sexual por un igual, por un travestí, por Manuela. 

Por lo tanto, Manuela como Pancho, son la representación de lo que es ser o parecer. Son el exterior e interior, respectivamente, de pertenecer a una sociedad. 

¿Qué sucede, entonces, cuándo se difumina la frontera entre ser y parecer? Lo narrado en esta obra. Se atrincheran los sentimientos en lo profundo del ser, se restriega el pensamiento por los suelos, se atropella a la conciencia o, se deja vencida, ante el improperio marginal, la censura que condena, la reflexión botada. 

En fin, ¿recomiendo este libro? Sí, totalmente. Pero en ciertas condiciones, con la mente abierta sin enlodar lo que, en el interior de un ser, se desea transmitir.

No he visto la película de esta novela, así que no puedo opinar sobre ella. 

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Saludos, Gab. 

1 comentario:

Muchas gracias por comentar c: