Hola, de nuevo. El tiempo
vacila levemente entre mis dedos, escurriéndose por las vertientes de mis
vértices. En este devenir de vida, se me dio la oportunidad de ingresar a otra,
y nueva, oportunidad laboral. No voy a negar que ha significado una ardua
tarea. He recolectado buenos momentos y otros, un tanto agrios, pero, como
espero y he practicado, rescato los resabios de sabores dulces. En este nuevo
trabajo, me encuentro estrechamente
ligada a la papelería, y gracias a ello, he ampliado mis conocimientos sobre
este rubro. Debo señalar que aquello, trae consigo una profunda alegría en mí.
Debo reconocer que este no se
ha encasillado en un mes muy favorable (a mi persona), pues fallo mi teléfono y
al cambiarlo, destruí el último. Luego de muchas rabietas, por el dinero
invertido, conseguí llegar con un oferta que me arrebato los últimos pesos que
se guardaban en mi alcancía. Por lo menos, el dinero recelosamente ahorrado se utilizó
sabiamente en una inversión telefónica de largo plazo. No quiero reflejar que
no puedo subsistir sin poseer un artefacto que me permita navegar por la red,
ni nada parecido, pero es una herramienta complementaria que facilita ciertos
aspectos del diario vivir.
Por otro lado, llego a mis
manos tras un par de días, un producto que compre hace un par de meses y que
estaba dentro de mis parámetros económicos. Una tableta digitalizadora. No
compre algo que significará desembolsar un dineral, sino más bien asequible, de
calidad buena, y comentarios positivos. Estoy feliz con los aspectos técnicos del
artefacto, ahora solo queda practicar. (ji)
La organización ha sido la
herramienta por excelencia. He anotado todo en mi nueva agenda, la he rayado
hasta el hastío y ha respondido bien a mis exigencias. Mucho cariño a las hojas
de colores y a los destacadores.
Como ya mencione, mi nuevo trabajo
me ha llevado a una vorágine de horarios laborales exigentes y, por ello, no he
destinado a la fotografía un tiempo correspondiente, hace unos días atrás y en una tarde libre, me di la libertad de salir con el tanque digital y fotografíe, como
ya se me hace costumbre, a la naturaleza y las bondades de las flores. Fue una
tarde agradable, en paseos ciclísticos en un ambiente cálido envuelto en brisas
amables.
Diciembre, me has sorprendido.
Gracias, por venir a destajo, arrasando mis cimientos, obligándome a
edificar(me) con manos desnudas, la fachada que me viste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por comentar c: